Utilizar hoy en día un lavabo público gratuito en la ciudad cada día se vuelve más difícil, por no decir imposible. Si Gaudí levantará la cabeza, supongo que volvería a proponerle al ayuntamiento, lo que les propuso en 1878 de la mano del comerciante de Enric Girossi: !Hacer una veintena de quioscos que combinarían la venta de flores con urinarios públicos¡
El Gaudí estudiante:
Gaudí el más conocido arquitecto de la ciudad se acababa de sacar el 15 de marzo el título, en lo que no personalmente fue un buen año para el. Ya que ese mismo año, nada más licenciarse, fallecieron su madre y su hermano y aún tenía poca experiencia. Una anécdota algo graciosa, es que en una conversación con el esculturista Llorenç Matamala en el taller Puntí,cuando estaba construyendo su propio escritorio le comentó: “Dicen que ya soy arquitecto”. El propio Gaudí, años más tarde, en una visita a antiguos alumnos de la escuela Escolapios (donde aprendió él) manifestó su satisfacción por el aprendizaje adquirido.
Unos de sus primeros proyectos:
Un comerciante llamado Enric Girossi le sugirió al ayuntamiento barcelonés un día de mayo de 1878, la propuesta de instalar veinte quioscos-urinarios sobre la ciudad. Estos combinarían tanto la venta de flores cómo el servicio de urinarios. El arquitecto elegido por Enric Girossi no fue otro que !Antonio Gaudi¡ Justo por aquel entonces, Gaudí, recibió dos proyectos el que comentamos aquí más conocido cómo «Quiosco Girossi» de Enric Girossi y el proyecto de la iluminación de la muralla del mar. Por desgracia para él, y para todos los ciudadanos de la ciudad !ninguno de estos dos se realizó¡
El quiosco Girossi:
En el boceto del proyecto del «quiosco Girossi» propuesto por Gaudí, incluía ingeniosas ideas. Los elementos de la construcción serían: base de mármol, columnas y marquesina de hierro y con unas grandes placas de vidrio. Y las ideas tan peculiares de las que hablamos serían incluir aspersores en las columnas para así poder regar las plantas que se exponían para su venta. Otra de las peculiaridades, era poder aprovechar las grandes cristaleras para colocar anuncios comerciales.
El ayuntamiento barcelonés aprobó el proyecto, pero este desgraciadamente no llegó a ejecutarse debido a que (el señor Girossi) su promotor !entró en quiebra¡
En el diseño podemos apreciar apreciar la originalidad de este proyecto que combina elegantes jardineras por su estructuras de hierros, con la idea de unificar urinarios y flores permitiendo así a la persona encargada del edículo combinar dos profesiones: la venta de flores, con la de portera del urinario.
Para acabar:
Ahora para concluir me gustaría hacer una critica a la ciudad y considero que privatizar los lavabos públicos en muchos sitios como estación de Sants por ejemplo. Hace que al final sean los ciudadanos los que tengamos que sufrir la inexistente oferta publica.
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Muy interesante conocer la historia de Barcelona…pronto viajare desde Perú…